12 preguntas sobre el hígado graso

1. ¿Qué es el hígado graso?

El hígado graso es una enfermedad en la que el hígado aumenta el contenido de grasas (triglicéridos y colesterol). Esto puede hacer que el hígado aumente de tamaño y tome una coloración amarillenta, llegando en algunos casos a la cirrosis hepática. Frecuentemente se asocia a sobrepeso, malos hábitos alimentarios y falta de actividad física. El consumo de alcohol es una causa frecuente de hígado graso.

2. ¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?

El hígado graso no genera síntomas en la gran mayoría de las personas. Algunas personas refieren tener malestar o dolor leve en el hipocondrio derecho, que es la zona hacia la derecha y arriba del abdomen. Hay algunos cambios físicos que pueden verse en las personas con hígado graso, como una coloración negruzca de la piel en los pliegues del cuello y axilas (llamado acantosis nigricans).

3. ¿Es frecuente el hígado graso?

El hígado graso es uno de los trastornos metabólicos más frecuentes, afectando aproximadamente al 20% de la población adulta. Hasta un 70% de las personas que sufren de obesidad pueden tener hígado graso.

4. ¿Cuál es la causa del hígado graso?

La causa del hígado graso se desconoce. Se sabe que se asocia muy frecuentemente a un trastorno metabólico llamado síndrome metabólico o resistencia a la insulina. Esta alteración metabólica se asocia a su vez a hábitos poco sanos de alimentación y de actividad física. Una de las causas frecuentes de hígado graso es el consumo de alcohol.

5. ¿El hígado graso es genético?

El hígado graso no es una enfermedad hereditaria, sin embargo existe una cierta asociación familiar, ya que hay cierta predisposición genética a desarrollarla y también debido a que frecuentemente en una familia se comparten hábitos de alimentación que pueden favorecer el desarrollo de hígado graso.

6. ¿Cuál es el tratamiento del hígado graso?

El tratamiento del hígado graso consiste fundamentalmente en la modificación de hábitos de alimentación con una dieta que disminuya el consumo de hidratos de carbono (azúcares, masas, papas, pastas, pan, maíz) y de grasas. Junto con una alimentación más sana, es clave aumentar la actividad física. Los medicamentos no son parte del tratamiento habitual del hígado graso, pero en determinados casos, el uso de vitamina E o pioglitazona puede tener un rol en su terapia.

7. ¿Me favorece hacer actividad física si tengo hígado graso?

La actividad física es una las formas más efectivas de revertir el daño que se produce en el hígado debido a esta condición. Se debe realizar ejercicio físico con una progresión gradual, idealmente aeróbico, regular (3 a 4 veces por semana) y con un control médico previo que evalúe la seguridad cardiovascular del inicio de un plan de ejercicio.

8. ¿Qué dieta debo seguir si tengo hígado graso?

La alimentación sana es uno de los dos pilares del tratamiento del hígado graso. Esta alimentación consiste en la disminución drástica o eliminación de los azúcares refinados, disminución de carbohidratos como pan, pastas, papas, arroz, maíz, disminución de grasas de origen animal, y por otro lado en el aumento de verduras, pescados, frutos secos y yogurt. La dieta mediterránea es probablemente una de las más sanas para evitar el hígado graso y al mismo tiempo disminuir el riesgo cardiovascular. Si bien no existe una dieta para el hígado graso propiamente tal, estas medidas generales son de extremada importancia en su tratamiento.

9. ¿Puedo beber alcohol si tengo hígado graso?

El consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede agravar el daño hepático en una persona con hígado graso. Por esta razón se recomienda su suspensión completa en las personas afectadas por esta enfermedad. Su suspensión tiene el beneficio adicional de disminuir las calorías que ingresan al organismo, ayudando a bajar de peso, dado que las bebidas alcohólicas son una fuente considerable de calorías.

10. ¿Puede curarse el hígado graso?

Una de las características del hígado graso es su reversibilidad. Las personas que logran hacer un cambio en sus hábitos, bajando de peso y aumentando actividad física, pueden mejorarse completamente de de esta enfermedad.

11. ¿Cómo se gradúa la gravedad del hígado graso?

El hígado graso no causado por alcohol puede dividirse en hígado graso simple cuando hay acumulación de grasa sin inflamación y en esteatohepatitis no alcohólica, cuando se acompaña de inflamación y daño. La forma de diferenciar estas dos entidades es mediante exámenes de sangre (aminotransferasas) y en algunos casos mediante la biopsia hepática.

12. ¿Qué riesgos tiene el hígado graso?

El hígado graso evoluciona sin síntomas habitualmente por varios años, incluso décadas. Algunas personas pueden llegar a desarrollar consecuencias más graves de la enfermedad, llegando a producirse daño progresivo del hígado (fibrosis), llegando a la cirrosis hepática o el cáncer del hígado (carcinoma hepatocelular). Cuando se llegan a estas complicaciones, una de las opciones planteables es el trasplante hepático. Aparte de las complicaciones hepáticas propiamente tales, las personas con hígado graso tiene un riesgo aumentado de tener enfermedades cardiovasculares como infarto al corazón o trombosis cerebral y diabetes mellitus.

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