Hiperplasia nodular focal hepática

Imagen radiológica de una hiperplasia nodular focal hepática. Se observa su característica cicatriz central.
Imagen radiológica de una hiperplasia nodular focal hepática. Se observa su característica cicatriz central.

La hiperplasia nodular focal es el tumor benigno más frecuente del hígado después de los hemangiomas. Puede verse a cualquier edad y en ambos sexos, pero es más frecuente en mujeres (en relación de 9:1) jóvenes (entre 20 y 50 años).

La forma de diagnóstico más habitual en la actualidad es por un hallazgo en exámenes de imágenes (ecografía abdominal o TAC) hecho por síntomas no relacionados o por chequeo.

Patogenia e histología

La hiperplasia nodular focal, también conocida como hamartoma, se considera un nódulo hepático de tipo regenerativo y no neoplásico. De hecho se ha demostrado policlonalidad de sus células. La teoría más aceptada es que esta lesión se origina en la respuesta del parénquima hepático a la hipoperfusión que produce la arteria anómala que se encuentra generalmente en el centro de lesión.

La hiperplasia nodular focal tiene generalmente una cicatriz central de tejido conectivo donde se encuentra una arteria de tamaño desproporcionadamente grande para el tamaño del nódulo. Se observan hepatocitos de aspecto normal con sinusoides y células de Küpffer. Puede haber proliferación de conductillos biliares y el aspecto general del tejido del nódulo es parecido al de la cirrosis hepática. Existe una variante llamada telangiectásica, que habitualmente es multifocal y característicamente no tiene una cicatriz central.

Diagnóstico

El diagnóstico de la hiperplasia nodular focal se basa fundamentalmente en los exámenes de imágenes y sólo excepcionalmente se requiere llegar a obtener histología mediante una biopsia o resección hepática. La gran mayoría de los pacientes no presenta síntomas y la lesión es un hallazgo hecho en exámenes por otras razones. En los escasos casos en que hay síntomas asociados, éstos son inespecíficos (dolor, masa palpable, saciedad precoz). Las complicaciones como hemorragia o infarto son anecdóticos.

Los exámenes más empleados son los siguientes:

  • Ecotomografía: Se manifiestan como lesiones de tamaño variable, ya sea hipo, iso o hiperecogénicas. La cicatriz central, cuando se identifica (20% de los casos), puede ser altamente sugerente del diagnóstico. La irrigación de tipo arterial detectada por Doppler ayuda a distinguirla del adenoma hepático, que tiene patrón de irrigación venoso.
  • TAC: El scanner o tomografía axial computada con técnica helicoidal trifásica es uno de los exámenes que más información aporta y que puede confirmar el diagnóstico al mostrar un nódulo que se refuerza en la fase arterial y que muestra una cicatriz central, que luego se hace isodensa en la fase portal.
  • Resonancia: La resonancia nuclear magnética de abdomen (MRI, RNM), al igual que el TAC puede ser de gran ayuda al mostrar las características vasculares típicas de la hiperplasia nodular focal, llegando a tener en algunos estudios una altísima especificidad (98%), cuando se observan las características típicas.
  • Medicina nuclear: La cintigrafía con tecnecio se basa en que la hiperplasia nodular focal tiene células de Küpffer que captan el coloide con tecnecio inyectado, permitiendo diferenciarlo del adenoma hepático.
  • Exámenes de sangre: Las pruebas hepáticas (transaminasas y pruebas de función sintética y excretora del hígado) son habitualmente normales, al igual que la alfa fetoproteína. Normalmente se piden marcadores de hepatitis Bhepatitis C.

Los diagnósticos diferenciales más importantes de la hiperplasia son el adenoma hepático, el carcinoma hepatocelular, el hemangioma hepático y las metástasis hipervasculares.

Tratamiento y manejo

Debido a que la hiperplasia nodular focal es una lesión benigna no neoplásica y casi siempre asintomática, habitualmente no requiere tratamiento. El tamaño de los nódulos es estable en el tiempo. El aspecto más importante en su evaluación es el diagnóstico correcto, evitando exámenes y tratamientos invasivos. Generalmente se hace un seguimiento con imágenes de la lesión para demostrar que no hay aumento de tamaño. Es importante tener en cuenta que la necesidad de cirugía es casi excepcional en pacientes con hiperplasia nodular focal.

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